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Show | OPINION pao - SEPTIEMBRE 2, 2005 -No deberíamosi isnorar las encuestas o atribuirlas a la fatiga de la guerra "ace alrededor de un año, justo después del primer aniversario del comienzo de la guerra - de Irak, escribí que estaba fundando un club. La idea era dar voz a una perspectiva que *. habitualmente no se escucha en esta era de política extrema y ciegamente partidista, en la que uno se encuentra lanzado en uno u otro campo y se espera que permanezca en el asiento asignado. Para 1 incorporarse al club, explicaba, había que apoyar al presidente Bush, pero también había que creer que había llegado el momento de que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, volviera al sector privado. Había que apoyar la guerra, ya sea porque se creyera que Saddam Hussein era un tirano sanguinario que tenía que irse-o porque se pensara que era una causa noble liberar a un pueblo oprimido y convertir una dictadura en una democracia funcional, pero también había que opinar que el gobierno de Bush había manejado mal la guerra en toda forma po- sible.. La idea fue un éxito con los lectores. Aparentemente hay una cantidad de estadounidenses que no se sienten cómodos al ser caracterizados como cien por cien a favor de Bush y.la guerra, o Ps como cien por cien contra Bush y la guerra. Y como resultado, se sienten totalmente ze id : o A 27 en el debate sobre Irak. Es cierto que a veces se parece más a una de esas peleas de niños en las que se tiran comida. Campos opuestos de manifestantes que agitan pancartas están plantados frente al rancho del presidente en Crawford, Texas, ya sea para demostrar su apoyo a la “madre medalla de oro” y a la vez manifestante, Cindy Sheehan, o para decir ' al mundo entero “Tú no hablas por mí, Cindy”. Las alianzas políticas tradicionales se están desgastando, solía ocurrir que sólo los liberales pacifistas estaban desilusionados con Rumsfeld. Pero ahora que el secretario de Defensa parece estar buscando una puerta de salida en lrak, algunos halcones conservadores pueden estar también ansiosos de verlo marcharse. Y conforme el número de bajas en Irak se aproxima a 2.000, el apoyo público a la guerra y al pea del presidente de la misma va cuesta abajo. Este mes, una encuesta USA TODAY/CNN/Gallup Poll halló que el 57 por ciento de los estadounidenses pensaba que la guerra había hecho al país más vulnerable al terrorismo. E ) . da Cuando le preguntaron sobre progreso de la guerra, el 56 por ciento dijo que Ruben Navarrete Jr. las cosas iban mal, mientras sólo el 43 por ciento pensó que las cosas iban bien. Así que yo creo que ha llegado el momento de fundar un nuevo club. Para hacerse socio, hay que creer que los manifestantes contra la guerra, muchos de los cuales, siento decirlo, parecen reminiscencias del vociferante grupo “Culpen a Estados Unidos primero”, están categóricamente equivocados en su necia e irresponsable exigencia de que Estados Unidos inmediatamente se retire de Irak. No sólo ello supondría que casi 2.000 hombres y mujeres de las fuerzas armadas habrían muerto en vano, sino que es también una receta segura para el caos completo. Una retirada envalentonaría a los terroristas en el mundo entero e informaría a nuestros enemigos que el pueblo estadounidense no tiene estómago para aguantar largos y sostenidos confli- ctos militares. ia Sin embargo, también hay que creer que esa gente que agita banderas, que no admite los fallos de nuestra política en Irak y que simplemente se adhiere al guión de “mantener el mismo cutso” es igualmente necia e irresponsable. Debería estar más dispuesta a aceptar que, como di- cen en Washington, se cometieron errores. Entre ellos: no mandar suficientes tropas, en primer lugar, y ceder a la presunción de que un compromiso mayor de personal no era políticamente factible; permitir las conductas vergonzosas que tuvieron lugar en la prisión de Abu Ghraib, que garantizaron que los norteamericanos nunca ganaran los corazones y la imaginación de los iraquíes; y sobreestimar la facilidad con que las fuerzas de seguridad iraquíes podrían ser entrenadas por las tropas de Estados Unidos ¡es + - para proteger el país, de manera que nuestras tropas pudieran finalmente retirarse. Yo comprendo que existen aquellos que no desean pensar demasiado en tales cosas y en lugar de ello, simplemente apoyan al presidente y la guerra. Pero cuando lo hacen, sólo hacen un mal servicio a ellos mismos y a su causa. No deberíamos ignorar las encuestas o atribuirlas a la fatiga de la guerra. e estadounidens" es están diciendo ruidosa y claramente que, aunque no favorecen una retirada inmediata y completa de Irak esa posición fue tomada por sólo alrededor de un tercio de los encuestados — están hartos de la falta de un objetivo político claro, para no hablar de la mínima sensación de que el objetivo.se ha logrado. No quieren cortar y escapar, pero quieren resultados. Si les parece que piensan de la misma manera, háganse socios del club. o os ¿For Aerial 569-3338 / Para anun PUBLISHER: o Gladys. González. EDITOR Ds Sandra Plazas o. o ._..—Áb.b. a yA | A... o 2.00 E aner Desian: al Mela, Reporters: Fritz Iribar, . Marcos Ortiz, Cecilia Skinner, Claudia Velez, Claudia Janer. Es PONDENTS: Sur América: Nelson a sa os A... Publ newspa oO Rojas O Published Weekly, 1 10, 000 free distribution. Ramírez. A A a nia o for PTE E e. a Lata not res En i A |