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Show MARZO 18, 2005 sus OPINION Es el cierre de la frontera una solución? iguiendo los pasos de otros jefes del Ejecutivo que no se atrevieron a acercarse ni de lejos al explosivo tema de la inmigración, hay que reconocer el mérito del presidente Bush por tratar de arreglar un sistema que funciona peor que mal. Pero no se puede ni pensar en lograr reformas reales, hasta que la seguridad de las fronteras no se convierta en máxima prioridad. Bush no lo ha hecho. En lugar de insistir en el hecho de que los inmigrantes realizan trabajos que los estadounidenses no desean hacer, o en la manera de emparejar a trabajadores A necesitan, Bush necesita volver a lo básico. Personalmente, me gustaría que el presidente hablara más sobre el hecho de que individuos y empre- ma sas que emplean inmigrantes ilegales están violando la ley y merecen ser castigados. Sin duda no debería recompensárselos con “reformas”, como por ejemplo una amnistía y un programa de trabajadores invitados. La amnistía favorece a los empleadores. Una vez que un trabajador adquiere una categoría inmigratoria legal, es más posible que quiera quedarse, sin preocuparse por volver al país de origen. Quedarse quiere decir permanecer en el empleo. En la misma forma, los trabajadores invitados aumentan el grupo de mano de obra disponible, lo que permite que los empleadores paguen jornales aún más bajos. Pero incluso si Bush, un republicano que favorece a las empresas, no está dispuesto a llegar tan lejos y ser un desagradecido, debería al menos prestar más atención a la frontera. Necesita reconocer que Estados Unidos tiene el derecho de detener a inmigrantes ilegales antes de que entren -en el país, y queel gobierno tiene la responsabilidad de dedicar sus recursos a posi bilitar ese hecho. Los agentes de la Patrulla Fronteriza dicen que eso no está sucediendo, y que, más que ninguna otra cosa, necesitan más hombres en primera línea —y rápido, El Congreso parece estar escuchando. Miembros de ambos partidos están criticando a la Casa Blanca por no concentrar más atención en la frontera. Al debatir el presupuesto de 41.100 millones de dólares del Departamento de; Seguridad del Territorio, los demócratas del Senado criticaron la propuesta de Bush de ; contratar sólo 210 nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza durante el próximo año fiscal. La Reforma de Inteligencia y la Ley de Prevención del Terrorismo autorizaron 2.000 agentes nuevos cada uno de los próximos cinco años —un incremento que Bush, cuando firmó la ley, consideró “un importante paso para fortalecer nuestras leyes inmigratorias”. Los críticos incluyen al senador Robert C. Byrd, de West Virginia, quien dijo que el plan del gobierno de contratar 210 agentes para la frontera el próximo año — en lugar de« los 2.000 autorizados — “Ignora la dura realidad de los recursos necesarios para asegurar El territorio” Los republicanos de la Cámara de Representantes también están alterados. El presidente del Comité Judicial, F. James Sensebrenner Jr., de Wisconsin, envió una carta a Bush el mes pasado, pidiéndole que financiara la totalidad de los incrementos de agentes fronterizos autorizados por la ley. La carta fue firmada por los cinco republicanos de la Cámara de Representantes que lideraron la lucha por la ley de reforma de la inteligencia, No es frecuente que me encuentre apoyando a miembros del Congreso en contra del presidente Bush —especialmente en inmigración— pero tengo que hacerlo en este asunto. Preferiría tener 2.000 agentes nuevos de la Patrulla Fronteriza en lugar de 210. Aunque siempre criticaré medidas reaccionarias que castiguen a los inmigrantes ilegales, que ya están en Estados Unidos por nuestra falta de disposición a mantenerlos fuera del país, siempre he considerado que el control de la frontera es una prioridad máxima. Estados Unidos tiene el derecho de proteger sus fronteras, y nunca ha sido más importante tratar de controlar quién está entrando y saliendo. En mi opinión, eso se cae de maduro. Pero parece que esta idea no está prendiendo en el presidente, quien, en su entusiasmo por el libre mercado y el suministro de mano de obra disponible, ha adoptado una posición que parece decir que apoya una frontera abierta. Consideremos los comentarios de Bush en una conferencia de prensa del 20 de diciembre:* “Queremos que nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza persigan sinvergiienzas y ladrones y traficantes de drogas y terroristas, no gente de buen corazón que viene aquí a trabajar”. O la conferencia de prensa del presidente, el 26 de enero, en la que trató de defender su plan para proteger la frontera, otorgando a los inmigrantes una manera legal de venir a Estados Unidos y, en esa forma, impedir que los contrabandistas lostraigan ilegalmente. Lo siento, Sr. Presidente. No me ha convencido. No se protege la frontera invitando a la gente a que no la respete, para no hablar de conceder una amnistía a los que ya la han ignorado. Y no se protege la frontera diciendo a los agentes de la Patrulla Fronteriza que ignoren un tipo de intruso y que se concentren en otro. Es obvio que el presidente Bush desea seriamente reformar el sistema deinmigración. i Pero nece- sita ponerse serio sobre el mantenimiento de la línea de la frontera. .. sede a ella lao |